La ciudad es santa por partida doble ya que, según la mitología hinduista, una de las cuatro cabezas del dios Brahmá descansa en esta ciudad y, además, la mano izquierda de Satí (esposa del dios Shiva, que se suicidó prendiéndose fuego) cayó en esta ciudad.
La ciudad será santa pero también es caótica. Nos dirigimos hacia los ghats, el principal atractivo de la ciudad que los turistas buscamos.




Para llegar hasta allí hay que entrar por las estrechas callejuelas y sortear vacas, personas, peregrinos que vienen en tropel, motocicletas...y, además, mirar donde pisas porque la basura y las cacas de las vacas son una constante en el suelo.

