lunes, 23 de enero de 2012

MILAN Y LOS LAGOS

Desde el aeropuerto de Milán-Bergamo se pueden hacer muchísimas excursiones. Nosotros, para estos cinco días que tenemos de semana santa, hemos escogido Milán y los lagos del Norte: Maggiore, Como y Garda. La información que hemos utilizado on-line es la siguiente:





-Aeropuerto Orio al Serio

www.aboutmilan.com/sobre-milan/aeropuertos-en-milan.html#bergamoorioalserioariport

-Reserva de coches
www.autoeurope.es/alquiler-coches/IT.cfm

www.ealquilerdecoches.es/

-Reserva de hoteles

www.initalia.it/es/

www.booking.com/

www.bebitalia.it/

-Informacion general

www.lagomaggioreonline.it/index.htm

www.gardalake.it/

www.lagodicomo.com/english/Pognana_Lario.php

www.borromeoturismo.it/scripts/loc.php?lang=it&loc=bella

www.aboutmilan.com/

www.turitalia.com/

Nuestra ruta y el diario, día a día, la encontrareis aquí:

MIERCOLES, 20-4-2011

Estamos de suerte, el avión no sale tan temprano como en otras ocasiones. Toca diana a las 6.15 de la mañana. Vamos con tiempo. Hoy aún es laborable y no queremos quedarnos atascados por culpa del tráfico. Llegamos temprano al aeropuerto, desayunamos y nos dirigimos hacia la puerta de embarque. Después de la cola y el corre que te corre para subir al avión, característica indiscutible de Ryanair, despegamos con puntualidad británica con destino a Milan-Bergamo.
A las 10.30 llegamos al aeropuerto de Bergamo. Hemos alquilado un coche hasta el domingo. Buscamos la oficina de Hertz. Nos dan un Fiat punto, un coche algo mejor que el que habíamos solicitado. Huele a nuevo y tiene sólo 6987 kilómetros. Seguro que nosotros aumentaremos este número. Cogemos la autopista hasta la salida de la tangenciale este (3 euros) y llegamos a las 13.00 a Milán. Dejamos el coche en un parquing y buscamos un McDonald’s para ir rapidos.
Empezamos la rápida visita a la ciudad por la catedral. El Duomo es la catedral gótica más grande y compleja de Italia. Es la tercera iglesia más grande del mundo, tras San Pedro y la catedral de Sevilla. Fue consagrada en el año 1470 pero continuó inacabada hasta el siglo XIX cuando Napoleón hizo terminar la fachada.

El interior es grandioso, tiene unas bonitas vidrieras y 52 pilares (uno por cada semana del año).

Frente al Palazzo Marino, sede del ayuntamiento, se alza la estatua de Leonardo da Vinci.

Entramos en la Galleria Vittorio Emanuele II, un elegante pasaje comercial cubierto y lleno de tiendas y bonitos restaurantes.

Siguiendo hacia el sureste llegamos a Ca’Granda edificio conocido también como Ospedale Maggiore. Se construyo en 1456 para reunir en un solo lugar los 30 hospitales de la ciudad. El hospital era moderno para su tiempo: disponía de alas separadas para mujeres y hombres –cada una con una enfermería central-, divididas por un amplio patio. Actualmente contiene diversas facultades de la Universidad de Milán.

Dimos la vuelta al “campus” ya que había unas divertidas esculturas algunas de las cuales eran utilizadas para sentarse. Con estas posturas no creemos que se pueda sacar un sobresaliente, como mucho un aprobadillo, pero relajados si se veían, ya lo creo

La Basilica de S. Lorenzo alle Colonne, construida entre los siglos IV y V constituye el resto más importante de la Milán romana y paleocristiana. Tras varios incendios fue reconstruida varias veces conservándose la planta original. La capella di Sant’Aquilino contiene algunos de los mejore mosaicos del norte de Italia.

Frente a ella hay una estatua de Constantino, copia en bronce del autor del Edicto de Milán que, en el año 313 terminó con las persecuciones de los cristianos. 16 columnas corintias de los siglos II y III, que formaban parte de un templo no identificado, cierran el conjunto de la Basílica de S. Lorenzo.

Seguimos dirección sur pasando por la basílica de San Eustorgio que fue construida para albergar las reliquias de los Reyes Magos, aunque en 1164 Barbarroja las llevó a la catedral de Colonia.

Llegamos a los Navigli, el distrito portuario de Milán. Antiguamente Milán tenía una buena infraestructura de canales que, mediante el sistema de esclusas, permitia a los barcos navegar entre ellos y transportar carbón y sal a la ciudad y partir de ella con artesanía y telas. En los años treinta algunas secciones de los canales se rellenaron con tierra, y en 1979 cesó totalmente la navegación. Ahora es uno de los barrios más animados de la ciudad y en la que abundan las tiendas y los talleres de antiguedades. A lo largo del Naviglio hay bloques de pisos del color típico milanés, el amarillo.

Todavía pueden verse los antiguos lavaderos, con techos de madera dónde las mujeres lavaban la ropa.

Seguimos por el suroeste hacia la basílica de San Ambrosio, prototipo de iglesia románico-lombarda, flanqueada por dos campanarios y precedida por un amplio atrio que era utilizado por la gente del lugar para refugiarse del peligro antes de que se construyeran las murallas de la ciudad.

S. Maria de la Grazie de amplia fachada de ladrillo contiene el famoso fresco “La última cena” de Leonardo da Vinci. La sala donde se encuentra la pintura fue usada como establo en la época napoleónica y resulto dañada por los bombardeos de 1943. Afortunadamente, la obra se salvo porque había sido protegida con sacos de arena. Para ver el cuadro se ha de pedir cita previa.

La última visita la realizamos al castillo Sforzesco. Este castillo, símbolo de Milán, fue en su origen el palacio de los Visconti. Más tarde, los Sforza lo convertirían en una de las cortes más importantes de la Italia renacentista. Bajo el dominio español y austriaco, el castillo fue declinando paulatinamente, a la vez que recuperaba su primitiva función militar.



Frente al castillo se encuentra el parque Sempione, un jardín de estilo inglés que contiene varios monumentos y edificios históricos. Al fondo, el Arco della Pace, inspirado en el arco del Triunfo de Séptimo Severo, cierra todo el conjunto.

Empieza a ser tarde y debemos marcharnos. Por falta de tiempo nos ha faltado ver la Pinacoteca de Brera que posee una importante colección de pintura de grandes maestros y obras tan conocidas como "el Cristo muerto" de Mantegna.
Tenemos el hotel cerca de Monza. De noche y en obras, con escasa y mala información rutera, nos cuesta un montón encontrar el hotel. Llegamos a él casi por casualidad. El hotel B&B Milano-Monza está bastante bien. La decoración es sencilla pero funcional.

Dejamos las maletas y nos vamos rápidamente a cenar.

Despues de la cena, a dormir, que mañana tenemos una larga ruta.


JUEVES, 21-4-2011
Después del desayuno, un poco flojo, salimos del hotel hacia las 9.30 para empezar la ruta hacia el lago Como.
El lago di Como es el tercer lago mayor de Italia y el más profundo (410 metros). La carretera que lo rodea es muy estrecha y hay que tener cuidado. Los italianos conducen a su manera y, una de dos, o te apartas o te apartan. Llegamos a la estrella del lago, Bellagio, a las 10.45. Se encuentra situado en la intersección de los dos brazos del Lago y es uno de los lugares más populares. Conserva su estructura medieval con calles escalonadas y muy empinadas.



Salimos de Bellagio pasando por las hermosas villas que se encuentran cerca como Villa Serbelloni y villa Melzi d’Eril. Grandes residencias convertidas muchas de ellas en hoteles.
La carretera estrechísima va bordeando el lago y los paisajes son realmente bonitos. Tenemos la suerte de que el tiempo acompaña.

Entre foto y foto llegamos a Como. La ciudad se encuentra en la punta del brazo suroeste del lago y es un importante centro turístico, comercial y de tránsito hacia Suiza.
Tiene bonitas plazas

Una catedral de estilo renacentista lombardo situada en una preciosa plaza, lugar donde nacio Plinio el Viejo

Una imponente torre que formaba parte de una de las entradas del recinto amurallado

Y rincones de postal

Cogemos el funicular ( 5,10 euros) que sube hacia Brunate, población situada en un bonito emplazamiento rodeado de bosques.

Nos desilusiona un poco ya que no tiene demasiado para ver y, el pueblo en sí, tampoco es para tirar cohetes. La vista, con la bruma que hay, tampoco es demasiado espectacular. Volvemos otra vez hacia Como descendiendo en el funicular que supera los 715 metros en una fuerte pendiente.



Después de comer, recogemos el coche del parquing y volvemos a la ruta. Los pueblos son preciosos, es una lástima que muchas veces no puedas aparcar para tomar una buena foto. Cernobbio, Moltrasio y Carate Urio merecen una parada.


Al igual que Brienno...

...y el campanile de S. Maria Maddalena de Ossucio
Damos la vuelta al lago y bajamos por el lado este atravesando cantidad de encantadores y relajantes pueblos.


En Varenna, esplendido pueblo, cuya estructura medieval sigue intacta y puerto desde donde parten los ferrys, hacemos una pequeña parada.



Entre pueblo y pueblo llegamos a Lecco. Encontramos nuestro B&B y, sobre las 20.00 ya estamos instalados. La familia que regenta el B&B es muy amable. Nos estaban esperando, somos los primeros clientes extranjeros que tienen. El B&B es nuevo, solo tiene tres meses y se nota; es moderno y está decorado con muy buen gusto.

Cogemos el coche y nos vamos hacia Lecco a cenar unas pizzas. Después de unas fotos nocturnas, regresamos y nos vamos a dormir.


VIERNES 22-4-2011
El despertador suena tempranito, a las 7.30. Hoy queremos llegar al Lago Maggiore. El camino hasta allí es complicado: una de dos, o vamos por la autopista pasando por Milan, o bien por carreteras pintorescas cruzando Suiza. Elegimos la segunda opción. Los hermanos Contini? del B&B nos facilitan información de las carreteras y, sobre las 9.00, ya estamos en ruta.
Queremos embarcar en Varenna y cruzar el lago hasta Menaggio, ahorrándonos de ésta forma unos cuantos kilómetros.
Llegamos a Varenna, compramos los tickets (12 euros: coche y dos personas) y, en un cuarto de hora, estamos en la otra orilla del lago, en Menaggio.


Las carreteras vuelven a ser super estrechitas y hay que ir con mucho cuidado. Los paisajes son muy bonitos.

Sobre el mediodía cruzamos la frontera Suiza con un tráfico densísimo

Y llegamos, después de unas tres horas de camino, a Luino, población a orillas del lago Maggiore.
El Lago Maggiore es el segundo más grande de Italia. Tiene una profundidad máxima de 372 metros y en sus orillas se encuentran las regiones de Piamonte, Lombardia y el cantón de Ticino, en Suiza.
Gracias a la riqueza de la familia Borromeo se construyeron en sus orillas preciosas villas y jardines. Los pueblos son mucho mayores que los del lago de Como y, por este motivo, no tiene tanto encanto.
Seguimos la ribera en dirección sur hacia Laveno, el único puerto natural del Lago Maggiore

La intención es llegar hasta el Monasterio de Santa Caterina del Sasso. Un pequeño monasterio cercano a Leggiuno y construido a 18 metros sobre el lago. Para llegar a él y disfrutar de sus bonitas vistas, lo mejor es coger el barco. En estos días el barco no funciona y además llegamos tarde, sobre la 13.00, está cerrado y hasta las 14.30 no vuelven a abrir.
Que lástima!! De todas maneras bajamos los 240 escalones que llevan hasta el monasterio para ver si podemos tomar alguna foto. Nada de nada. Lo dicho, las mejores vistas se obtienen desde el lago.

Resignados, volvemos a subir los 240 escalones y ponemos rumbo a Angera, donde, hambrientos, buscamos algún lugar para comer y reponer fuerzas para subir a la Rocca.
Después de comer nos vamos a la Rocca, majestuosa fortaleza tomada en el siglo XIII por la familia Visconti y en 1449 concedida como feudo a la familia Borromeo, que todavía es la propietaria.
Actualmente, la Rocca se utiliza para exposiciones artísticas. Hoy es Viernes y, además, Santo. Hay procesión y nos impiden el paso. Será posible que tengamos tanta mala pata!!

Damos la vuelta al lago por el sur hasta Sesto Calende y visitamos la abadía de S. Donato del siglo IX.

Llegamos a Arona.

Gracias a su situación estratégica se construyó aquí una fortaleza gemela de la Rocca di Angera.

Al norte de la población hay una enorme estatua de S. Carlos Borromeo, cardenal y arzobispo de Milán. Durante la epidemia de peste en 1576 su comportamiento fue ejemplar y, en agradecimiento, los ciudadanos de Arona le erigieron una estatua de 24 m de altura que domina toda la ciudad.

Bordeamos el lago pasando por las bonitas poblaciones de Lesa y Belgirate hasta Stressa, importante localidad turística, famosa desde la antigüedad por la suavidad de su clima

Desde Stresa se puede llegar fácilmente a las Islas Borromeas. En ellas la familia Borromeo construyeron fastuosos palacios y elegantes jardines. Las islas son tres: Isole Bella, Isola dei Pescatori y Isola Madre. Como todas no se pueden ver, nos decidimos por Isola Bella, la más cercana a Stresa. Tenemos la suerte de poder aparcar cerca del lugar de los tickets. Faltan cinco minutos para las 5 de la tarde y, el barco sale a las 5. Mientras Cesc pone el ticket de parquing yo compro los del barco (10 euros/persona) para no perder tiempo.
En un momento estamos en Isola Bella, la isla más bonita.


Era un antiguo pueblo pesquero pero la familia Borromeo, al construir su palacio, transformó completamente la isla. No entramos al palacio ya que el barco parte a las 6 de la tarde y no tenemos demasiado tiempo. Nos limitamos a recorrer la turística isla a través de sus estrechas callejuelas...

y hacer fotos de la cercana Isola dei Pescatori, típico y pintoresco pueblecito.

Al cabo de una hora volvemos a coger el barco que nos devuelve a Stresa y, a toda máquina llegamos a Intra, puerto desde el cual embarcaremos para cruzar el Maggiore hasta Laveno.

La ruta de vuelta es la misma que hemos hecho: atravesamos un trocito de Suiza, pasando por Lugano, hasta llegar otra vez al lago di Como. La vuelta se hace costosa debido a la oscuridad y la estrechez de las carreteras. Intentamos llegar a Cadenabbia ya que es el único ferry con transporte de coches que nos permite cruzar el Como hasta Bellagio y ahorrarnos unos cuantos kilómetros.
A las 21.30 cogemos el ferry, (12.40 euros) que más que un ferry parece un barco fantasma ya que a esta hora somos los únicos pasajeros.

En un cuarto de hora estamos en Bellagio. Continuamos dirección sur hasta Lecco y, antes de llegar al B&B nos vamos a cenar. Tememos encontrar las cocinas ya cerradas pero, por suerte, las pizzerías funcionan hasta tarde.
Después de cenar y bastante cansados regresamos al B&B para pillar rápidamente la cama buscando un merecido descanso.
Hoy apuramos al máximo y nos levantamos más tarde. Tranquilamente nos vamos a desayunar y sobre las 10 de la mañana dejamos el bonito B&B y sus agradables anfitriones.

SÁBADO 23-4-2011
El día es feo e incluso está lloviendo un poco. Cogemos la autopista A4 dirección Venecia y salimos en Peschiera del Garda. La cola es de campeonato. La parte sur del Lago de Garda está repleta de atracciones turísticas: Gardaland, Sea Life, Movieland, Aquastudios y esto hace que, en fin de semana, esté repleto de gente y de coches. Una locura!!
Avanzamos en cámara lenta hasta Lasize, población con unas bonitas murallas construidas por los señores de Verona durante el siglo XIV.

El día continúa feo y todo se ve de un color gris que hace que se confundan cielo, tierra y agua; aun así, se aprecian los abruptos y escarpados acantilados producto de las glaciaciones. El paisaje se vuelve más salvaje cuanto más hacia el norte nos encontramos.
Torri del Benaco, debido a su posición estratégica, fue fortificada. Hacemos una parada para ver su castillo.


La siguiente parada es Malcesine, para nosotros, una de las poblaciones más bonitas del lago. Tiene rincones espectaculares. La única pega es que es, muy, muy turística, pero aún así, bien vale una visita.



Después de comer continuamos por la ribera del lago hacia el norte haciendo algunas paradas en algunos puntos. Esta parte del lago hasta llegar a Riva del Garda es el paraíso del windsurf, especialmente la zona de Torbole.
El pueblo de Riva del Garda, situado en el extremo septentrional del lago también nos ha gustado mucho. Como siempre es difícil encontrar un aparcamiento, la suerte es que el coche es pequeñito y cabe en sitios estrechitos.






En Riva del Garda se encuentran las cascadas de Varone, de 80 metros de altura (5.50 euros). No os puedo decir como son, ya que aunque llegamos hasta ellas no entramos porque el tiempo comenzaba a apremiar.

La carretera dirección sur está llena de túneles y además largos. En esta vertiente no vemos pueblos interesantes hasta llegar más al sur. No queremos llegar tan tarde al hotel y no volvemos a parar hasta Sirmione.
El hotel Europa se encuentra en Colombare. Las instalaciones son bonitas pero nuestra habitación está fuera del hotel, digamos en un espacio aparte adosado a la pared externa del hotel. La habitación huele a rayos y, para entrar en el baño, hay un escalón bastante peligroso ya que, si tenemos la mala suerte de tropezar en él nos descalabramos la cabeza con el lavabo. A su favor, hay que decir que tiene muchos canales de TV españoles, cosa bastante inusual en los hoteles.

La recepcionista del hotel nos dice que Sirmione está cerca, a unos dos kilómetros. Como es aún temprano dejamos el coche y vamos caminando hacia el pueblo.
Caray!!, el paseo es más largo de lo que imaginábamos y no vemos claro que sólo sean 2 kilómetros ya que estamos unos tres cuartos de hora caminando. Salimos del hotel con luz y llegamos casi a oscuras.
Sirmione fue convertida en fortaleza por los señores Scaligeri de Verona para defender el lago de Garda y, en 1405, fue conquistada por Venecia que la gobernó hasta el siglo XVIII. El lugar más interesante de la ciudad es la Rocca Scaligera.

Buscamos un lugar para cenar, cosa no difícil en el pueblo. Después de la cena, damos una vuelta para hacer alguna foto nocturna.

Es tarde y no nos apetece recorrer otra vez el camino ,de vuelta andando hacia el hotel ya que está bastante oscuro. Cogemos un taxi e, incluso en coche, el camino se hace largo pero podemos llegar descansados. Vemos un poco la tele y a dormir.


DOMINGO 24-4-2011
Sobre las 8 de la mañana ya estamos levantados y listos para ir a desayunar. Hoy es el último día y nos queda bastante por ver. Antes de ponernos en marcha queremos regresar a Sirmione para hacer las fotos diurnas del pueblo. Como es tempranito vamos con el coche y podemos dejarlo en el último parquing.





Dejamos momentáneamente el Lago de Garda para hacer una escapada a Borghetto, un pueblo situado a unos 20 km al sur de Peschiera. Nos han hablado muy bien de él y como estamos cerca, aprovecharemos la ocasión para visitarlo.
Otra vez encontramos una cola de campeonato e intentamos llegar a través de carreteras comarcales.
El pueblo es muy pequeño. Esta surcado por un río y hay algunos molinos de agua. Nos ha decepcionado un poco pero lo teníamos que ver.


Como es muy pequeñito está visto en un momento y, otra vez a través de comarcales llegamos al Lago de Garda, para ver la vertiente suroeste que ayer no pudimos ver.
La zona situada entre Desenzano y Saló conocida como la Valtenesi es rica en iglesias medievales y castillos. Vamos haciendo paradas en Padenghe, Moniga, Manerba y San Felice del Benaco hasta llegar a Saló. Todos estos pueblos son muy pequeños y casi todos tienen restos de murallas o fortalezas en ruinas. Son bastante diferentes de la otra vertiente y el turismo es mucho menor.



Saló es el último pueblo que nos falta por ver.






Después de comer, dejamos el Lago de Garda y cogemos la autopista en dirección Bérgamo.
La ciudad está dividida en dos partes: la Bergamo Alta, situada en una colina que marca el comienzo de los Prealpes y que se corresponde con la antigua ciudad medieval amurallada y la Bergamo Baja, en la llanura, resultado de la moderna expansión de la ciudad. Además de la carretera, un funicular une ambas partes.
Subimos hasta la Bérgamo Alta. Tiene estrechas y tortuosas calles empedradas, siendo la plaza Vecchia su centro. En esta parte se encuentra el Duomo, la iglesia de Santa Maria la Mayor, la Capella Colleoni y el Baptisterio.



En la Rocca, fortaleza del siglo XIV se encuentra el Museo del Risorgimiento y la Resistencia.

En la Bergamo Bassa, lo más importante es la Pinacoteca dell’Accademia Carrara. Nosotros nos limitamos a dar una vuelta con el coche para después salir de la ciudad y llegar a nuestro punto final del viaje: el aeropuerto

Tenemos que devolver el coche a las 20.00. Antes, llenamos el deposito de gasolina. Buscamos el lugar de la devolución de los coches de alquiler y, realizados todos los trámites, incluida la inspección ocular del vehiculo, nos dan el visto bueno y esperamos el autobus gratuito que nos llevará al aeropuerto. Tranquilamente y sin prisas cenamos. Hacemos una última compra y a las 9.30 embarcamos.
El vuelo con algunas turbulencias y un aterrizaje de infarto, ya que casi al tocar tierra volvemos a elevarnos debido a que habia un avión en nuestra pista, marcan los ultimos acontecimientos de este condensado viaje.

A MODO DE RESUMEN

-Cinco escasos dias para ver Milan y los lagos es una autentica matada ya que hemos hecho más de 1000 km. Aconsejable hacer dos dias en cada lago.
-A destacar del lago Maggiore: las islas Borromeas, preciosas
-A destacar del lago de Como: su tranquilidad, relax y sus encantadores pueblos aunque es bastante dificil poder aparcar el coche ya que la carretera circula casi al borde del lago y muchos pueblos se encuentran suspendidos en terrazas sobre las colinas. Ideal para una escapada romántica y sin prisas
-A destacar del lago de Garda: el turismo y caos en la zona sur debido a sus numerosos parques de atracciones y la parte norte más agreste y salvaje. Ideal para ir con niños debido a la multitud de parques de atracciones que hay los cuales se pueden combinar con excursiones a los pueblos vecinos.
-Las carreteras son muy estrechas, especialmente en el lago Como. Aconsejable tener un seguro extra para reducir la franquicia en caso de alquilar un coche.
-Sin lugar a dudas, un destino recomendable.

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