Zaragoza es una ciudad bien comunicada y dependiendo de donde os encontréis podréis llegar en avión, tren, alquilando un coche o como ha sido en nuestro caso, con nuestro propio coche. La infraestructura hotelera es muy buena y hay hoteles para todos los gustos. Nosotros hemos buscado un hotel céntrico y con parquing para no tener problemas con el coche, el hotel Goya.
Zaragoza tiene algunos de los edificios más emblemáticos ya que la población morisca y mudéjar fue numerosa en la ciudad. La arquitectura mudéjar tiene en el ladrillo el material principal. Cerámica vidriada, yeserías y delicada ornamentación son sus características principales y algunos de los edificios que os muestro, dan fe de ello. Esta ruta a pie se puede hacer de forma tranquila y, si os cansáis siempre podéis hacer un alto en uno de los numerosos bares para tapear ya que estáis en la ciudad ideal.
Podemos empezar por la Iglesia de San Miguel de los Navarros (A) documentada desde 1260. Ha sufrido numerosas reformas pero conserva una bella torrre, de planta cuadrada, y en donde el ladrillo forma arcos y rombos creando un tapiz espectacular.
La Iglesia Parroquial Santa Maria Magdalena (B). Se levantó a comienzos del siglo XIV en sustitución de un templo románico anterior. Es de destacar su bonita torre con los motivos ornamentales típicos en la arquitectura mudéjar aragonesa, pero en este caso enriquecidos con piezas de cerámica vidriada. Hay que tener cuidado con los horarios de apertura de las iglesias ya que no siempre están abiertas.
Cerrando la Plaza de El Pilar se encuentra la Catedral de San Salvador (D), conocida también como La Seo. La primera catedral cristiana de Zaragoza se ubica en el mismo lugar donde se encontraba el templo romano del foro, la iglesia visigoda y la mezquita mayor musulmana. Las sucesivas reformas y ampliaciones en el tiempo muestra las distintas etapas artísticas que ha sufrido la catedral: románico tardío, gótico, mudéjar, barroco y hasta neoclásico
En el exterior destaca la pared de ladrillo de la llamada parroquieta de San Miguel, obra fundamental del mudéjar aragonés, en el que los mosaicos y la cerámica forman un tapiz excepcional.
El interior es bellísimo, lástima que no se pueda hacer fotos. En la Sala Capitular se encuentra el Museo de los Tapices que se compone de 60 paños de los siglos XV al XVIII, y está considerada una de las colecciones más completas del mundo. Realmente ha sido muy interesante.
Cerca de la Puerta de San Bartolomé de la catedral se encuentra un arco ojival sobre el que se construyó la casa del Deán; por este motivo el arco se le conoce como arco del Deán (C). En 1293 se construyó una galería y un corredor sobre la calle con el fin de comunicar la casa del prior, que estaba adosada a la iglesia, con la nueva casa del deán situada al otro lado de la calle.
La Iglesia de San Gil Abad (E), fue una de las primeras iglesias fundadas tras la Reconquista de Zaragoza. Situada en el centro de la ciudad lo más llamativo de esta iglesia es su torre-campanario con decoración de rombos y arcos entrecruzados, típico del mudéjar.
La Torre de la Zuda (F) corresponde a la torre del homenaje del palacio que sirvió de residencia al gobernador de la ciudad y que, a su vez, estaba construido sobre una de las torres de la antigua muralla romana. Cuando Alfonso I el Batallador tomo la ciudad en 1118, toma posesión de la Zuda. Esta toma de posesión simboliza la ocupación de la ciudad. Desde entonces fue residencia real hasta el siglo XIII en que la residencia de los monarcas pasó a ser el palacio de la Aljaferia.
A la Iglesia de San Pablo (G), se la conoce también como la tercera catedral. El núcleo primitivo es del siglo XIV y conserva parte de la estructura mudéjar, pero tiene múltiples añadidos de los siglos XVI, XVII y XVIII.
La visita a la iglesia es guiada los martes, jueves, viernes y sábados a las 10:30, 12:00 y 19:00. No coincidimos con el horario, así que, solo podemos hacer fotos del exterior.
Acabamos la última etapa del interesante recorrido visitando el precioso Palacio de la Aljaferia. La entrada cuesta 5 €, pero están desmontando una exposición y no se puede ver todo el palacio, por este motivo, ahora la entrada es gratuita.
El origen de este castillo es un poco confuso, pero el más aceptado nos remonta al año 935 cuando, Abderraman III, con el fin de someter a los rebeldes zaragozanos al califato cordobés, construyó un campamento militar.
En el siglo XI, el segundo rey de la dinastía de los Banu-Hud, al-Muqtádir, construyó un palacio en el interior del recinto militar.
Tras la conquista cristiana, paso a ser alcázar real y fue residencia de los reyes de Aragón. A partir de este momento sufrió diversas reformas, en especial con los Reyes Católicos que incluyeron un salón del trono con artesonado mudéjar a finales del siglo XV. Posteriormente el Tribunal de la Santa Inquisición instaló aquí sus cárceles hasta 1706, momento en que se transformó en cuartel y arsenal durante los siglos XVIII, XIX y mitad del XX. Desde 1985 es la sede de las Cortes de Aragón.
El interior es espectacular y muestra el reflejo de todas las épocas pasadas.
Pero Zaragoza tiene mucho más que ofrecernos: vestigios romanos, edificios góticos y renacentistas, interesantes museos, el legado de Goya y arquitectura de vanguardia en los edificios de la Expo. Además, es el lugar ideal para tapear. ¿Que más se puede pedir?. Si queréis seguir nuestro paso por la ciudad, pinchad AQUI.
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