jueves, 20 de junio de 2013

FIN DE SEMANA EN LYON 2013


Las ganas de desconectar nos impulsó a buscar, casi de forma alocada, una ciudad para visitar. Lyon apareció ante nuestros ojos  como diciendo, visitadme!
En un plis plas teníamos billetes de avión, hotel y maleta a punto; así surgió esta imprevista escapada.
De hecho nos vendrá muy bién ya que hemos pasado muchas veces por esta ciudad, en algún trayecto por Europa, pero nunca nos hemos detenido para visitarla. Ahora es nuestra ocasión.
Como todo ha sido tan rápido apenas hemos tenido tiempo de preparar nada pero, aunque poco, aqui va algo de información.


VIERNES, 25-5-2013

Salimos de casa a las 6:50, es viernes y las Rondas van muy llenas a esta hora. Llegamos temprano al  aeropuerto. Dejamos el coche en el parquing y nos vamos a desayunar. Nos lo tomamos con calma ya que, por primera vez, hemos reservado los asientos. Vamos a la puerta de embarque, somos los últimos, casi que lo encuentro extraño ya que, normalmente, hacemos un buen rato de cola para poder pillar los asientos delanteros. A veces vale la pena pagar un poco más e ir más tranquilos. Salimos puntuales y llegamos a destino con algunos minutos de adelanto, después de atravesar cantidad de nubarracos muy feos.  Ahora no llueve pero, seguramente, no tardará en hacerlo. Seguimos las indicaciones para coger el Rhone Express que nos llevará directamente a Lyon.
El tren es carisímo (15 euros por persona y trayecto) pero, en menos de media hora, estamos en Lyon Part-Dieu, nuestro punto final ya que tenemos el hotel aquí, frente  a la parada del Rhone Express. Vamos directos al hotel. Es temprano y aún no pueden darnos habitación; hacemos el check in, nos guardan las maletas y hasta la tarde-noche.
Estamos un poco lejos del centro pero muy bien comunicados. Cogemos el bus hasta el centro de la ciudad. Los billetes pueden sacarse en las máquinas expendedoras o bien en el mismo medio de transporte (bus o tram) pero siempre es más barato en las máquinas. El billete sencillo nos cuesta 1,70 ( dos euros comprado en el conductor).
Nos bajamos al final del trayecto, en la  pequeña plaza de Saint Paul. Vemos la iglesia de Saint Paul.
Y nos adentramos en el viejo Lyon, con sus calles adoquinadas y sus casas medievales y renacentistas.
 
Descubrimos pequeñas plazas con coquetos restaurantes que aparecen vacios de animación. El mal tiempo no perdona; hace un frio que pela y no da mucho gusto sentarse en las terracitas.
Queremos ver los "traboules" que se encuentran en el viejo Lyon. y buscamos casi puerta por puerta para encontrar esta curiosidad de la ciudad. ¿Y que son los trabules? Son pasajes que comunican bloques de pisos bajo las calles de la ciudad. Casi todos estos pasajes, a excepción de alguno, fueron construidos durante el siglo XIX por los "canuts" (sederos) para facilitar el transporte de la seda, evitando las inclemencias del tiempo y ahorrarse tener que dar un gran rodeo para llegar a otra calle. Estos pasajes ponen en comunicación dos calles y pasan por patios interiores; algunos de ellos con bonitas escaleras de caracol. Algunas están cerrados y hay que llamar para poder entrar; muchas están señalizadas con una placa en la pared.
Las viviendas de los vecinos están cerradas a cal y canto ya que reciben numerosas visitas de curiosos, como nosotros y, debido a la gran cantidad de personas que circulan diariamente por allí, seguramente habrán tenido más de un disgusto alguna vez.
 
 
Y, sin dar un rodeo, ya estamos en la otra calle. Fantástico
 
Aprovechando que el tiempo aguanta, decidimos subir hasta la montaña de la oración: Fourvière. Hay un funicular que sale de Place Édouard pero, como estamos en forma, decidimos subir hsta la cima, a pie y a través de los senderos que bordean la montaña.
Unas escaleras larguísimas me hacen dudar pero Cesc ya está subiendo. Allá voy!
Después de las larguísimas escaleras un sendero bordea la montaña.
Madre mia, que caña le dá éste hombre. Que no lo pillo. Espérameeee!!!
Entre carrerón, fotos, verdes paisajes y cansancio total, vamos llegando a la cima
 
Desde arriba hay un panorama espectacular de la ciudad.
La cima está coronada por la Basílica Notre Dame de Fourvière.
El interior tiene bonitas vidrieras y mosaicos
Es muy interesante la cripta, casi tan grande como la misma basílica.
También en la cima se encuentra la Tour Metallique, una estructura semejante a la Torre Eiffel, construida en 1893 y utilizada como repetidor de TV.
Nos acercamos hasta el Teatro Romano construido en el año 15 a.C, más o menos, y ampliado en el 120 d.C para dar cabida a 10.000 espectadores sentados. Tanto el teatro como el Odeón se encuentran perfectamente restaurados sirviendo, actualmente, para representaciones teatrales y musicales.
Volvemos hacia la Basílica. El cielo esta muy feo y parece que, de un momento a otro, caerá el diluvio universal.
Cesc me dice con una sonrisita sarcástica:
-¿Que? caminamos colina abajo.
Me lo miro con cara de sorpresa.
-Ni soñarlo. ¿Donde está la parada del funicular?
En unos pocos minutos llegamos abajo; y pensar que para subir a pie hemos estado casi una hora. Mi consejo es que lo hagais al revés, subir en funicular y bajar por la montaña. Es mucho menos cansado, jeje.
El billete, como todo el trasporte público, nos ha costado 1.70 euros por persona y trayecto.
Ya es hora de comer y, aunque nos gustaria estar en una terracita de la preciosa calle St. Jean....
...optamos por quedarnos en el interior de una trattoria debido al tiempo, que aguanta por los pelos, y al frio considerable.
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Que bien nos hemos quedado. Después del cafetito y repuestos del hambre, y también del frío, salimos otra vez a la animada calle de Saint Jean y, antes de llegar a la catedral, vemos la Maison du Chamarier, una casa construida a mediados del siglo XV. Es uno de los pocos edificios del Viejo Lyon en donde se pone de manifiesto la transición arquitectónica entre el gótico y el renacimiento. Tiene un bonito patio.
En esta misma calle se encuentra un bonito "traboule" que comunica con la Rue  des Trois Maries.
 
 
El final de la calle de Saint Jean se abre en una gran plaza donde se encuentra la catedral de Saint Jean-Baptiste, construida entre los siglos XI y XVI.
El reloj astronómico situado en el brazo norte del crucero, se encuentra en restauración.
Atravesamos el rio Saone por el puente de Feuillee  entrando en el Presqu'ile o península, zona  enmarcada entre los ríos Saona y Ródano y caminamos hasta el Ayuntamiento emplazado en la gran Place des Terreaux. 
A un lado de la plaza se encuentra una fuente con cuatro caballos y construida con 21 toneladas de plomo. Los caballos que tiran de un carro simbolizan los ríos que galopan hacia el mar.
Al otro lado de la plaza vemos el Museo de Bellas Artes.
Tiene un bonito jardín en claustro.
Seguimos hasta la Opera, un edificio moderno con un impresionante techo abovedado de cristal. Raperos, skaters, patinadores y bailarines  se juntan en las arcadas del edificio para dan rienda suelta a sus aptitudes.
En la plaza Louis Pradel vemos modernas esculturas y mucho ambiente
Interesante es la del Patinador César, llamado también "Hombre de la Libertad". Esta escultura de bronce muestra a un hombre pajaro haciendo equilibrios con unos patínes.
En nuestro camino hacia el hotel vemos bonitos edificios como "La Cámara de Comercio e Industria"
que contrastan con otros muy antiguos como la Iglesia de Saint Bonaventure, construida en el 1220

 
Nos entretenemos un poco mirando las delicias de  un "supermercado" y compramos unas botellas de agua.
Después, vamos directos al hotel. El Mercure Lyon Part-Dieu es un hotel bonito.
Las habitaciones son amplias y modernas
Tiene, pero,  algunos detalles que no me acaban de gustar: el mini bar está vacío, el flexo de la ducha no se aguanta en su posición y se cae y apenas tiene  amenidades en el baño: solo un bote pequeñito de gel, champu, hidratante y un jaboncito.  Encima, me he dejado las alpargatas en casa y tengo los pies hechos polvo. Descansamos un rato y luego vamos a cenar al restaurante del mismo hotel. No hay demasiado donde elegir. Una ensalada y listos. Un rato de tele y a dormir.

SABADO, 25-5-2013

No se puede negar que las camas son muy cómodas. Hemos dormido como dos lirones. El día ha amanecido feo y muy gris y no entra ni una pizca de sol por entre las rendijas de las cortinas; si no fuera por el despertador que nos marca la hora, pensaba que aún serían sobre las 6:00 de la mañana.

Tenemos que salir fuera a desayunar ya que el soplo del desayuno en el hotel es de campeonato; nada menos que 17,50 euros por barba.
Por suerte,  muy cerca hay una minúscula cafetería  que tiene unos croissants con una pinta estupenda. Hummmm!!!  que olorcillo a pastas recién horneadas
Cesc, desde que fuimos a EEUU es de muffins y, cuanto más grandes mejor.
Por menos de 4 euros hemos desayunado la mar de bien. Todo recién hecho.
Cogemos el autobús hasta Lyon Confluence, llamado así porque es el lugar donde confluyen los ríos Saona y Ródano. Esta zona industrial es objeto de una remodelación importante.
Pero por mucha remodelación, la estación de tren, Gare de Lyon Perrache, separa dos zonas bien diferentes, la zona sur obrera y con bastante población inmigrante, de la  zona norte más residencial. Incluso las entradas a la estación son diferentes: es bien patente la dejadez de la zona hacia Confluence, mientras que la entrada norte se abre a unos bonitos jardines.
Atravesamos el puente Gallieni para llegar al Centro de Historia de la Resistencia y la Deportación. El museo vale 6 euros pero hay algunas exposiciones multimedia que no funcionan y el precio nos lo reducen a 4 euros por persona.
 
Este edificio, ahora museo, fue, durante la Segunda Guerra Mundial, el cuartel general de Klaus Barbie, el llamado Carnicero de Lyon.
Alberga exposiciones, fotos e historia de los combatientes resistentes franceses y una recreación de una casa de la época.
Quizás nos esperábamos un poco más de este museo dada la gran importancia que tuvieron los resistentes durante la Segunda Guerra Mundial. De todos modos, cuando se visita un museo de estas características, esté más o menos bien, se sale con una sensación de tristeza.
Volvemos hacia la Place Carnot. 
 
Para coger la peatonal Rue Victor Hugo
Paramos en la pequeña Place Ampère
La calle Victor Hugo es larga, repleta de comercios y muy agradable de pasear. Acaba en la enorme Place Bellecour. Esta Plaza es una de las más grandes de Europa.
El centro está coronado por la estatua de Luis XIV.
Dominando en las alturas la omnipresente Basilica de Notre Dame de Fourvière y la Tour Metallique.
Es una plaza muy grande pero, a nuestro entender, poco aprovechada ya que no hay casi nada. Como ha llovido, el suelo parece un barrizal y hay que tener cuidado de no pegar un buen resbalón. Dejamos la plaza a nuestras espaldas continuando por la Rue Emil Zola, Place des Celestins....
hasta la Place  des Jacobins.  
Nos dirigimos hacia el rio Saona por la estrecha y animada calle peatonal, Rue Mercière. Por suerte ha salido un poco el sol y la gente lo aprovecha sentada en las terracitas de los cafés.
Seguimos la orilla del rio Saona que baja con un tremendo y rápido caudal.
Los "Quai" están inundados y no es posible seguirlos. Una lástima ya que nos gusta mucho seguir el curso del rio por estas riberas.
A nuestra derecha vemos la parroquia católica de Notre Dame de Saint-Vincent.
La idea de hoy es llegar a ver los famosos frescos pintados, una característica de Lyon que forma parte del patrimonio de la ciudad. En las riberas del Saona se encuentran tres de los muros pintados: "El Muro de los Escritores", que no hemos visto, a pesar de pasar por delante de el, "La Cour des Loges" en la otra ribera y el famoso" Fresque des Lyonnais".
En este increíble fresco de siete pisos se encuentran representados 25 personajes históricos y  6 de contemporáneos, todos de origen lionés y cada uno pintado sobre un balcón. En la parte inferior un cartel indica la posición y nombre de los personajes famosos para poder localizarlos debidamente.
En las puertas del restaurante del famoso chef, inventor de la "nouvelle cuisine",  Paul Bocuse y acariciando al perrito.
Al lado del abate Pierre, fundador del movimiento Emaús, una organización de lucha contra la exclusión y la pobreza.
Los hermanos Lumière, inventores del proyector cinematográfico, buscando una buena perspectiva.
Es un fresco fantástico ya que en 800 metros cuadrados hay una historia de 2000 años. Estamos bastante rato observando cada uno de los balcones con sus personajes hasta que la fina lluvia nos obliga a reemprender nuestra marcha.
Cogemos el metro hasta Hénon, situado en el barrio de Croix Rousse. Este barrio se encuentra encaramado en la cima de una colina y las pendientes son acusadas. Historicamente es conocido por su tradición de tejer la seda, tradición que queda ilustrada en el famoso fresco llamado  "Mur des Canuts", pintado en el lateral de un bloque de apartamentos. Igual que el anterior, este fresco también es fascinante. Inaugurado en 1987 y  actualizado tres veces, muestra la historia del barrio a través de escenas cotidianas
Seguimos por el Bd des Canuts hasta la Place de Croix Rousse. En la misma plaza hay una braseria llamada Brasserie des Ecoles. Esta bastante llena pero, al ser dos, nos hacen un hueco en una pequeña mesa. Nuestro menu  está bastante bien
Mientras comemos, cae un chaparrón de aupa. Por suerte ha durado poco y, al acabar la comida, solo caen finas gotas.
Bajamos hasta la Place Colbert donde se encuentra, en el número 9, un bonito "traboule" con una monumental escalera que sube siete pisos en zig-zig para salir en el nº 29 de la Rue Imbert Colomés.
 
Continuamos descendiendo por la Montée de la Grande Côtte, repleta de galerias de arte, muestra inequívoca de barrio bohemio.
En Rue des Capucins encontramos varios "trabules", algunas puertas están cerradas pero el nº 9 está abierto. Allí vamos!
Volvemos a coger el metro hasta la estación de Guillotière para ver el "Mur du Cinema", otro fresco que resume la historia cinematográfica de Lyon. Lo encontramos un poco deteriorado en comparación a los otros que hemos visto pero, al ser tan monumentales, no te cansas de mirar las diferentes pinturas.
 
 
Andando, continuamos a través de la Cours Gambetta hasta llegar a la prisión de Montluc. En esta prisión, muchos judios y resistentes franceses,  fueron torturados y ejecutados por miembros de la Gestapo al mando de Klaus Barbi, durante la Segunda Guerra Mundial.  Actualmente la prisión se ha transformado en un memorial.
En sus muros hay el "Fresque de Montluc", un largo fresco encabezado por la figura del gran lider y resistente francés Jean Moulin, brutalmente torturado en esta prisión.
 
Frente a  la prisión hay la Fortaleza de Montluc.
De camino al hotel vemos otro fresco que se encuentra medio escondido en una tapia cubierta de vegetación  frente a las vías del tren.
Cenamos en un fast-food al lado mismo de la estación y directos al hotel. El dia ha sido completo, completo, y los pies empiezan a estar muy recalentados ya que hacemos muchos trayectos a pie. Encendemos la televisión, nos ponemos cómodos sobre la gran cama y, relajados, nos disponemos a ver la final de la Champions entre los dos equipos alemanes: Bayern y Borrusia Dortmund.,
Que gane el mejor!!

DOMINGO, 26-5-2013

Hoy tenemos la mañana relajada ya que nuestro vuelo sale a las 16:00 y no podremos hacer demasiadas cosas.

Dejamos las maletas en el hotel y nos vamos a desayunar al mismo lugar de ayer ya que todo estaba muy bien. Nos tomamos el desayuno con calma.
Después cogemos el autobús hasta la zona más septentrional de la ciudad, hasta la Cite Internationale.
Lo primero que vemos al bajar del autobús es el Musée d'Art Contemporain.
En los jardines del museo hay obras de arte muy modernas.
La "ciudad" Internacional realizada en ladrillo y vidrio, fue diseñada por el arquitecto Renzo Piano para albergar la cumbre del G7 en 1996. Posteriormente se ha ido ampliando con distintas salas, anfiteatros y centros de congresos.
Es una estructura muy moderna pero, hoy domingo, esta carente de vida y solitaria ya que no se celebra ningún congreso.
El resto de la mañana la dedicamos a pasear por el enorme Parc de la Tête d'Or.
Este parque es un gran espacio verde muy bien cuidado.
La gente viene a pasear, hacer deporte, jugar...
 
Tiene un lago donde se puede pasear en barca
 
Un pequeño zoológico que hace las delicias de pequeños y grandes
Y un jardín botánico con invernaderos y rosaledas.
En fín, que se te va la mañana paseando por este bonito parque. Volvemos a coger el autobús hasta la estación Gare de la Part-Dieu para recoger las maletas del hotel.
Un punto de referencia muy bueno para saber que estamos en el barrio de Part-Dieu es cuando se divisa  la Torre del Crédit Lyonnais. El edificio mide 142 m y fue construido a mediados de los años 70.  Está coronado por una pirámide que parece simular un lápiz.
Cogemos el Rhone Express y directos al aeropuerto
La Estación de Lyon-Saint-Exupéry conecta directamente con el aeropuerto. Es una estación muy moderna diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava
Para ir a la puerta de embarque tenemos que caminar casi cuarenta minutos; menos mal que vamos con tiempo pero, aún así, casi me atraganto con el bocata de lo rápido que me lo he zampado. Tenemos también asiento asignado, con lo cual, no nos molestamos en correr. Se embarca rápido y nos vamos volando.
Pero que prisa que tiene este piloto!!
Llegamos antes de tiempo a Barcelona, no me extraña, con el "turbo" que ha puesto. Pagamos el sablazo del parquing y para casa, que falta gente!.

RESUMIENDO

-El barrio viejo de la ciudad, con sus calles estrechas y adoquinadas es Patrimonio Mundial de la Unesco.
-Característico de Lyon son los "traboules" y los "frescos pintados" y son de visita ineludible.
-La ciudad está muy bien comunicada con todos los medios de transporte.
-Las vistas de la ciudad, desde Fourviere, son fantásticas. Lo mejor es subir con el funicular y bajar a pie (no como nosotros que lo hicimos al revés) ya que se atraviesa un parque muy bonito.
-Es mejor coger el alojamiento en el Viejo Lyon o en Presqu'ile y salir a pasear por la noche tomando algo en los pequeños restaurantes.
-Es una buena opción para una escapada de fin de semana.

5 comentarios:

  1. Me he leído tu fin se semana en Lyon, yo la conocía un poco y me gustó mucho; la imagen de "La Fourviere" de noche vista desde el río es muy bonita.

    No conocía ni los trabules ni los frescos, todo un hallazgo.

    Genial retato.

    Saludos. Cati.

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    1. Gracias por tu comentario Cati!!

      Lyon me sorprendió muy gratamente. Los "trabules" son muy curiosos y los frescos son fantásticos, nos gustaron mucho.
      Cuando volvamos a Lyon espero ver la imagen nocturna de Fourviere.

      Saludos!!

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  2. Hola Mandarina:
    Ya sabes quien soy. Lyon no estaba entre mis prioridades de viajes cortos pero, como siempre, consigues que, más que "leer" lo que describes, nos haces "entrar" en el viaje. Por tu culpa miraré vuelos para visitar esta ciudad. Hasta muy pronto.

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  3. Nos vamos mañana a pasar 3 días en Lyon y he tomado nota de vuestras recomendaciones, me ha parecido muy útil. Muchas gracias.

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    1. Seguro que la ciudad te gustará. Muchas gracias por tu comentario, Sonia.!!

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